Las Ánimas, Chocó, 2012.
Unos lentes conectaron una cuadra: con los jóvenes fue fácil, y con los abuelos, más especial. Recordé las veces que intenté fotografiar a mi bisabuela, quien no soportaba las fotos. Para ella, que alguien le tomara una foto era como enemistarse. Pero en el que fue ultimo cumpleaños le dije:
"¿Cómo no te vamos a hacer fotos, si queremos recordarte siempre? Queremos una imagen para contar tus historias y tenerte presente siempre." eso les conté a los abuelos.