Ha de ser de las tantas veces que recuerdo oír a mi mamá decir: "Él va a estudiar arquitectura pa' cuando sea grande me haga una casa". Por eso, cuando visito los pueblos de nuestro Chocó, siempre detallo su arquitectura; pa' mí cuentan y dan información de la historia, de sus costumbres y prácticas, sus colores, sus calles de arena y barro. Hay un lenguaje del ayer, de la dedicación y esmero de un pueblo por su mejor imagen, basada en el entorno, recursos y talentos en cada detalle.